martes, 28 de enero de 2014

Crítica: The Way The Trees Are (Por Ricardo Portmán)

Big City: Sencillez dorada

The Way The Trees Are
(Gran Derby Records)
    1/2


Por Ricardo Portmán (De Ecos del Vinilo)

Zaragoza, la ciudad del Ebro, es cuna de artistas en mayúsculas y tiene en Big City a una banda que hace honor a su origen. Formados en 1999, han transitado por diversas encarnaciones en cuanto a su búsqueda sonora, partiendo desde la distorsión rock inicial, pasando por la psicodelia y el country cósmico, hasta su actual y ecléctica propuesta, que amalgama sin complejos el pop, el shoegaze, el indie y el rock.


Su cuarto disco, The Way The Trees Are (Gran Derby Records) es la respuesta y el premio a los desvelos de los maños. Grabado entre Zaragoza y Madrid, fue mezclado por Dave Eringa (Manic Street Preachers, Ocean Colour Scene). Este trabajo es un delicioso compendio de 14 canciones y 70 minutos de música de altura. Cuando la simplicidad y la melodía toman la batuta es cuando mejor se mezclan los brebajes de Big City. Temas como A Whole New Level Of Suck, Hello Winter, Better Badges y How I Met Your Head apuntan al alt-pop más contestatario. Las pulsaciones se apaciguan  con el inspirado ejercicio country de Green Lips Parted. El leve recreo de The Future se va por otros derroteros, descendiendo abruptamente las revoluciones. Las subidas y bajadas, los contrastes y juegos con el estado anímico del potencial oyente  son manejados con maestría. Big City reluce y nos conquista en la plena madurez de su arte. The Way The Trees Are funciona, vence y convence, con una colección de temas que valen oro en la marea de su sencillez.